Iglesia de la Natividad de María (Iglesia Madre)
Fue construido a partir de 1769 por el arquitecto Salvatore Attinelli, por Salvatore Branciforti, para reemplazar la pequeña iglesia que estaba dentro del Palacio Butera. El edificio forma el telón de fondo de Corso Umberto con su majestuosa e imponente fachada neoclásica en piedra de Aspra, formada por pilares y columnas corintias, con un portal en el centro rematado por un arco en el que se encuentra el escudo de armas de Branciforti. La Iglesia consta de una sola nave con el altar mayor que contiene la estatua de madera de la Inmaculada Concepción. Cerca del altar mayor, hay un medallón que representa a una Virgen con el Niño, en mármol, de la escuela Gagini, donado por el fundador. La nave se enriquece con cuatro altares laterales que contienen: un lienzo con la Virgen del Rosario, uno con San Buenaventura.
A fondo
Fue construido a partir de 1769 por el arquitecto Salvatore Attinelli, por Salvatore Branciforti, para reemplazar la pequeña iglesia que estaba dentro del Palacio Butera. El edificio forma el telón de fondo de Corso Umberto con su majestuosa e imponente fachada neoclásica en piedra de Aspra, formada por pilares y columnas corintias, con un portal en el centro rematado por un arco en el que se encuentra el escudo de armas de Branciforti.
La Iglesia consta de una sola nave con el altar mayor que contiene la estatua de madera de la Inmaculada Concepción. Cerca del altar mayor, hay un medallón que representa a una Virgen con el Niño, en mármol, de la escuela Gagini, donado por el fundador.
La nave está enriquecida por cuatro altares laterales que contienen: un lienzo con la Virgen del Rosario, otro con San Buenaventura, una pintura de San Francisco y San Giuseppe con el Niño Jesús y un Crucifijo de madera.
También hay una estatua creada por Domenico Quattrociocchi dedicada a San Giuseppe, Patrono de Bagheria. Domenico Mangione, un notable de la época, enriqueció el prospecto de la Iglesia con un reloj que aún funciona. En los primeros años del siglo XX, el interior de la nave fue repintado en imitación mármol, las paredes del altar mayor fueron pintadas al fresco con las tablas de los Diez Mandamientos y con el Arca de la Alianza; hacia mediados del mismo siglo se construyó el campanario sobre el preexistente que se levantó.